sábado, 13 de febrero de 2010

Lección aprendida...


Ayer aprendí una lección en mi sumisión, a entregarme cada día más a mi Amo, “He de ser transparente” a Sus ojos, ha de saber que pienso y siento en cada momento. Cuesta hacerlo cuando estas acostumbrada a vivir en ti misma, cuando dejas de expresar sentimientos, cuando ya no pides ayuda, porque un día te diste cuenta que te habías vuelto invisible, cuando dejas de explicar lo que sientes, lo que te angustia, lo que deseas, porque percibes que no te escuchan, que no interesas… y te acostumbras a no compartir, a guardar, a solucionar tu misma tus problemas… en una palabra a callar.

Soy muy transparente, no se fingir, mis estados de ánimo se perciben, cuando estoy feliz, me brillan los ojos, no paro de sonreír… soy como una perilla alocada, no pararía de mover la cola, de querer jugar…. Cuando algo me preocupa, o algo me molesta…. guardo silencio, estoy pensativa y ante cualquier pregunta sobre “que me pasa”, mi respuesta siempre es la misma….. nada.

No se abrirme después de tanto tiempo de silencio, me cuesta, siempre pienso que puedo solucionar el problema yo sola, o que debo hacerlo así porque lo contrario sería signo de debilidad, y me encierro en mi misma, y analizo…. doy vueltas y vueltas al asunto buscando porque y como solucionarlo…. Pero no me doy cuenta que me aislo, y me separo de quien ahora esta a mi lado, mi Amo, quien me guía y me ayuda, a no encerrarme y aislarme en mi misma, quien esta conmigo ante cualquier problema, por muy insignificante que sea… Él me rescata con sus palabras de este aislamiento, de esta celda en la que me auto encierro, y ayer así me lo hizo saber, después de un largo silencio por mi parte, no paro hasta que me hizo confesarle que me pasaba, ante reiteradas respuestas de “nada”, “no tiene importancia”, “es una chorrada”….. se impuso alzando la voz, serio… diciéndome que fuera lo que fuera, debía decírselo y que el valoraría si era o no era una tontería, que no era adivino…. y que en cada momento debía decirle que pasaba por mi cabeza, lo contrario era una falta de transparencia y entrega a Él.

Al oír esto último reaccione, era cierto, yo siento mi entrega hacia Él, pero en ese momento estaba ocultando a mi Amo la razón de mi estado de ánimo, no confesaba que lo había causado y lo que hasta ahora había sido un acto reflejo, una costumbre en mi vida, se tornaba una falta hacia a mi Amo… y rompí a llorar, confesando la razón de mi enojo, hablamos y hablamos, mi Amo analizaba la causa, y planteo una solución…, lástima no haberlo hecho antes, malograda tarde de silencio...


Siento que he fallado en mi sumisión, he ocultado a mi Amo, mis sentimientos, mis pensamientos… no es excusa esconderme en que cuesta mucho cambiar costumbres adquiridas. Debo esforzarme y aprender a ser mejor sumisa cada día, de la mano de mi Amo, porque es lo que deseo y me hace feliz.

Lo siento mi Amo…. Lección aprendida….

Su humilde sumisa… stel.

2 comentarios:

  1. Ahy querida!!! Cómo te comprendo!!! He hecho lo mismo que tú miles de veces. Por no molestar, por no querer agobiar, por intentar mantenerme invisible ... Y una vez lo aprendes así ... qué difícil es volverse a abrir. Paso por la vida de los que me rodean de puntillas, sin hacer ruido, y siempre pienso que mis problemas son sólo míos, y que yo sola he de solucionarlos. Pero supongo que para una sumisa es una idea totalmente equivocada. Lección aprendida para ti, y gracias a que la has compartido, también para mi.
    Un beso enorme princesa.
    lola

    ResponderEliminar
  2. Hola lola!

    Gracias por tu comentario... me alegro que la lección sirva para las dos, y que aprendamos a no encerrarnos en nosotras mismas, porque la sumisa no debe ocultar sus sentimientos, pensamientos ni estados de ánimo a su Amo. No podrán ayudarnos si no nos abrimos, si no saben como nos sentimos. Nadie es adivino, aunque nosotros creamos lo contrario.

    Me alegro que la lección del Maestro haya servido para ambas.

    Un montón de besos guapetona.

    ResponderEliminar

Para relajarse...

Seguidores