miércoles, 2 de febrero de 2011

Un domingo por la tarde.....

Domingo por la tarde… cuerpos entrelazados que saborean el tacto de la piel… Besos, caricias, miradas que delatan felicidad… De repente Él gira sobre ella, le coge por las muñecas y las sube por encima de su cabeza, la inmoviliza, mientras la mira fijamente, ella ve ese brillo de “niño travieso” en Su mirada, intenta decirle algo, pero Él le susurra al oído: Estate quieta… Ella sonríe pícaramente, sabe que el juego acaba de empezar…

Cierra los ojos mientras siente el tacto del antifaz en su rostro, sus sentidos se agudizan, intenta adivinar Sus movimientos, lo busca instintivamente… Él coge sus manos suavemente y coloca las muñequeras, ella siente que su corazón se acelera cuando las cierra, cuando oye como pasa las cuerdas, cuando la besa mientras tira de la cuerda para ponerle los brazos en aspa…su excitación se hace evidente a través de la respiración… Nota Sus manos en los tobillos que la obligan a abrirse aún más de piernas, el tacto de las tobilleras hace que sienta una sacudida de placer, ahora sí que esta inmovilizada y su sexo expuesto para Él… Siente el calor de Su aliento que recorre todo su cuerpo mientras su respiración se acelera cada vez más sin remedio….

Por unos instantes se aleja de ella para colocar algunos objetos encima de la cama… ella intenta adivinarlos por el sonido, de repente siente unos pinchazos en sus pechos, unos pinchazos que se desplazan, que van y vienen, que la recorren, y que alcanzan sus pezones erectos, los atropella y hacen que se retuerza de placer… primero uno, luego el otro, desea que no pare, que siga… pero la rueda del placer sigue su camino y se aleja en busca de nuevos rincones de su cuerpo, cruzando su vientre lentamente… Siente Su mano en su sexo, abriéndose camino, separando sus labios vaginales, y la rueda del placer que se hace presente de nuevo… ella gime, como nunca antes había hecho… sus flujos se desbordan, mientras la rueda se pasea lentamente por su clítoris, por todo su sexo…. Y ella se abre, se abre aun más para Él, se entrega totalmente, sabe que Él así lo desea, abierta y ofrecida a Su merced, a Sus deseos…

La rueda del placer desaparece, le acerca algo al oído, escucha el sonido de una pequeña cadena, ella adivina de que se trata cuando Él coge sus pezones, es el juguete que fueron a comprar juntos al sex shop, unos pequeños cepos para pezones con su cadenita, recordaba la cara de ambos al verlos, y ahora sentía como atrapaban sus pezones… primero uno… luego el otro….y tirón de la cadena… Ella gemía a cada tirón, mientras la rueda del placer volvía aparecer sobre sus pezones, estaba a punto del orgasmo, y Él lo sabía…. Colocó Sus dedos en su vagina, que ya se encontraba inundada de flujos, no le costo penetrarla con rudeza, y ella gimió más aun, su clítoris hinchado por el placer, se encontraba a merced de Su Amo, de Su Dueño… y ella se abría, se retorcía de placer entre Sus manos… porque era Suya… y Él había decidido jugar con ella…. Él la penetraba una y otra vez mientras tiraba de la cadenita de sus pezones, así entre audibles gemidos…. llegó al orgasmo… a manos de Su Señor…

La besa, la abraza, mientras ella normaliza su respiración, mientras poco a poco se recupera… le ruega por favor que no le quite las muñequeras ni las tobilleras, y que le deje el antifaz puesto… desea saborear todavía por unos instantes, ese maravilloso lugar al que la ha transportado… ese paraíso que Él ha creado para ella, y así yacen los dos juntos de nuevo, entrelazados… tal y como había empezado el juego…


Para relajarse...

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