Gracias mi Amo por este día de reyes tan especial. Hoy me sentía triste, pero el saber que íbamos a estar juntos esta mañana, tiraba de mí. Me he vestido para la ocasión, repasando mi aspecto para que mi Amo, no encontrara falta alguna en mí. Me he colocado las bolas como me ordeno, aunque hoy a diferencia de otros días, no estaba tan predispuesta a dejarme llevar por las sensaciones que me causan. Me auto castigaba a mi misma, por no ser mas comprensiva y abierta, como más tarde le he comentado.
Esta mañana mientras hacia el recorrido hasta Su casa, pensaba que me sentía como si estuviera jugando una partida al juego de la oca, había dejado atrás la casilla de “salida” (el comienzo de mi sumisión) y avanzaba casillas feliz guiada por Usted, pero de vez en cuando caía en alguna casillas de “retroceda dos casillas” o “pierde su turno” y …. me entristecía por ello, por dejar que mis emociones interfirieran en mi estado anímico, y no me dejen avanzar hacia la meta que es…. mi Amo.
Cargada con los regalos de reyes me he presentado ante Usted mi Amo, sabe que no se disimular, que soy muy transparente, y se me nota cuando estoy triste. Ha sido muy paciente conmigo, me ha besado cuando me ha visto, y me ha dicho lo guapa que estaba, mientras revisaba mi vestimenta, no deseaba decepcionarle, quería que sintiera mi obediencia hacia Usted.
Después de rodillas ante Usted ofreciéndole los regalos…. me he emocionado, porque había mucho amor en ellos, y quería que así lo sintiera, y he empezado a llorar, y Usted me ha acariciado y consolado, diciéndome que tenia un regalo para mi, yo deseaba mantenerme firme, y que prevaleciera el mayor de mis sentimientos… mi amor por Usted, más que la tristeza.
Se que los regalos lo han emocionado también, que ha disfrutado con ellos, y que sabe cuanto lo amo y cuanto deseo servirle y estar a su lado. Después de abrir todos los regalos y probando algunos de ellos me ha llevado tirando de la cadena hasta la habitación caminando como una perra, allí me ha ordenado que me echará en la cama, que tenia que hablar conmigo. Me ha abrazado fuerte, y ha empezado hablarme, ha explicarme que la situación había cambiado, que volvíamos a ser dos, y yo he roto a llorar de nuevo, abrazándome a Usted. Una mezcla de sentimientos me ha invadido, me sentía aliviada, pero apenada a la vez, porque sé que quien estos días ha compartido nuestras vidas, ha sido parte importante para Usted, y me sentía mal por los dos por Usted mi Amo y por ella. Desde aquí quiero darle las gracias, porque al aparecer ella, fui consciente de mi amor por mi Amo, y de que no deseo ni puedo estar sin Él, que solo a su lado seré feliz y que mi único deseo es servirle. Llegue a sentir pánico ante la posibilidad de perderlo, aunque habría desaparecido de Su vida si así me lo hubiera dicho, no dudo que hubiéramos sido grandes amigas, y aún confío en poder serlo.
Y tienes razón, me siento muy afortunada por el amor que mi Amo me procesa y espero siempre hacerme merecedora de él, porque yo siento lo mismo por Él, mi amor por mi Amo es mi tesoro más preciado, y voy a trabajar y a luchar por Él.
Declaro mi amor por quien me ha acompañado en el descubrimiento de mi sumisión, de mi sexualidad y de algo tan importante como es el AMOR. Es mi razón diaria, junto a Él siento paz, tranquilidad, seguridad, y a la vez me siento viva, y con ganas, muchas ganas de vivir y compartir la vida junto a Él.
Gracias mi AMO….. por TODO lo que me hace sentir y vivir.
Siempre a Sus pies, siempre.
Su sumisa stel.
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